martes, 18 de diciembre de 2007

NUESTRA HISTORIA

La Asociación se fundó como tal el 20 de Octubre del año 1.993, y fueron sus promotores D. José Clú González, D. Ángel Romero de la Cruz López, D. Juan Ríos Rodríguez, D. Ernesto Rodríguez Sepúlveda y D. Jesús Vega Reina quienes en una reunión a la orillita de nuestras playas presentaron el proyecto a un grupo de familiares y amigos que desde el primer momento les apoyaron y animaron para que se hiciera realidad.
El sueño marengo se materializó en forma de Asociación Benéfica Cultural Rociera de origen civil y se presentó en una cena celebrada en una noche de lluvia torrencial, pese a lo cual, alrededor de doscientas personas se reunieron para respaldarlo, ilusionadas y deseosas de formar parte de una familia rociera integrada por "gentes de buena fe".
El trabajo de muchos de nuestros primeros marengos dio sus frutos y así, en poco tiempo, conseguimos tener un precioso lugar de reunión en el Camino Nuevo de Málaga, nuestra primera casa Marenga, abierta a todos aquellos rocieros que en el amor de la Blanca Paloma quisieran compartir nuestros principios.
Y también fueron muchos los que nos instaron a dar los pasos necesarios para que nuestra primitiva Asociación Rociera por entonces, sin dejar de lado sus intenciones de ayuda al prójimo, presentara unos estatutos a nivel de Obispado a fin de ser reconocidos como Asociación de fieles de la Iglesia Y algún día, cuando la Virgen decidiera que estábamos preparados, como Hermandad.
Aceptada esta reconversión buscamos sede canónica que no tardamos en encontrar en una de las zonas mas deprimidas del centro de Málaga y con unos núcleos de pobreza y marginación importantes, y fue la ilusión de poder prestar ayuda y remediar necesidades de los mas desafortunados la que nos hizo entraren una humilde, pero gran parroquia en la que se respiraba amor cristiano, El Buen Pastor.
A pesar de contar con pocos medios, trabajamos con entusiasmo consiguiendo una muy encomiable participación en nuestra primera Campaña de Navidad para ayuda a los necesitados, pudiendo paliar las necesidades mas urgentes de muchos de ellos y poniendo una sonrisa en los labios de los niños de calle Los Negros, a los que hicimos llegar los juguetes recogidos.
Al mismo tiempo, nuestro querido Simpecado, aunque muy modesto, también tomó forma y, en 1.994, ya bendecido, procesionó por vez primera entre los rocieros malagueños en una carreta de madera adornada con redes marineras que lo llevó al Santuario de Santa María de la Victoria que abrió sus puertas para que nos postráramos ante Ella, le ofrendáramos una flores y le rezáramos una salve.
A la vuelta del Rocío, conocimos la triste noticia de que nuestra sede canónica iba a ser cerrada, por lo que la autoridad eclesiástica nos aconsejaba buscar otra que estuviera mas cerca de la sede social marenga.
Estudiadas las posibilidades, la Junta Gestora determinó que el brote rociero marengo estaba aún germinando y necesitaba una tierra nueva donde enraizar, por lo que, animados por un grupo de rocieros del municipio de Rincón de la Victoria, propusimos al Obispado dirigir nuestros al pueblo en que se originó la simiente rociera marenga.
Un hombre de gran corazón, hoy embajador marengo ante la Blanca Paloma, de nombre Antoñín, nos brindó un lugar donde cimentar nuestra Casa Hermandad y con este proyecto nos presentamos ante el cura párroco de Rincón de la Victoria que no tuvo a bien apoyarlo.
Firmes en nuestro propósito nos dirigimos a la Cala del Moral y allí, la suerte nos hizo encontrar a un hombre bendito de Dios, D. Antonio Estrada, párroco del lugar, que nos acogió con todo el cariño que necesitábamos, nos abrió las puertas de su Iglesia, hizo suyo el proyecto marengo respaldando los estatutos que en Noviembre de 1.995 presentamos ante el Obispado y accedió a dirigirnos espiritualmente.
La ilusión de todos los que de alguna forme contribuimos a que el proyecto marengo se realizara, es que haya mucha mas "gente de buena fe" dispuesta a seguir escribiendo nuestra historia a lo largo de los años y que la misma sea orgullo de generaciones venideras.
Ojala todos podamos gritar algún día ¡¡ VIVA LA HERMANDAD ROCIERA MARENGA DE RINCON DE LA VICTORIA¡¡.